En artículos anteriores hablábamos de lo que es la libertad económica y en qué consiste. Si no sabes de lo que hablamos, sigue este enlace.
¿Te imaginas teniendo un único pantalón para el resto de tu vida? ¿y si se rompe o se ensucia? Esta situación no es la normal, compramos pantalones para nuestro armario con mucha frecuencia.
Entonces, ¿por qué solo tenemos una fuente de ingresos? ¿por qué solo esperamos que la jubilación del estado nos mantenga cuando nos jubilemos?
¿Has pensado alguna vez que te pueden despedir? Seguro que esto no entra en tus planes, vives al día, sin ahorros o sin colchón financiero. Pero este día llega y no tienes forma de reaccionar.
La mayor parte de la población tiene una única fuente de ingresos pero una multitud de formas de gastarse el dinero.
Para conseguir la independencia financiera esto se tiene que invertir. Necesitamos tener más fuentes de ingresos y reducir nuestros gastos.
Suena bien, lo sé, pero no es un camino fácil. Pero…
¿Cómo conseguimos nuestro objetivo?
Lo primero que tienes que tener claro es que para conseguir la tan ansiada libertad financiera existen dos cosas que tienes que aplicar: ingresar y ahorrar.
Aquí te mostramos cuatro caras del ahorrador. ¿Con cuál te identificas? Piensa que en uno de estas facetas te encuentras
Ahorrador apático
Aquella persona que no ahorra y si lo hace es por casualidad. Es el pero ahorrador de todos
Ahorrador impulsivo
Es aquel que quiere pero nunca puede: un móvil nuevo, TV, etc… Nunca ahorra pero lo intenta
Ahorrador compulsivo
Ahorra sin sentido. Guarda por guardar. Necesita tener una cantidad alta de dinero ahorrado.
Ahorrador organizado
Saben de finanzas. Tienen un plan claro que seguir con su economía. Son lo mejores ahorradores
Recuerda que lo importante es que el dinero trabaje para nosotros. Necesitamos conseguir ingresos que mantengan nuestro nivel de vida para no tener que ir a un trabajo que no nos gusta y poder así dedicarnos a lo que realmente nos interesa.
Lo primero que tenemos que tener claro es que para conseguir la independencia financiera hay que estar en el grupo 4: necesitamos ser ahorradores organizados. Y…
¿Sabes en qué gastas el dinero? ¿Controlas tu dinero?
Si no llevas un control de tus finanzas, anotando tus gastos, tus ingresos, a donde han ido a parar, etc… no podrás atacar el origen de tu falta de ahorro.
Tener anotados todos tus gastos te conducirá a controlar tu dinero, abriéndote las puertas de incrementar tu nivel de ahorro.
Gracias a esto sabrás en que tiras tu dinero, consiguiendo ser al fin consciente de las cosas totalmente innecesarias que consumes y que lacran tu capacidad de ahorra.
Yo empecé a usar un excel de control de gastos, pero siempre tenia excusas para encender el ordenar y anotar mis gastos. Al final opté por tener un libro de gastos. Yo uso el KAKEBO, un método japonés de control de gastos que me sirve para anotar mis gastos, categorizarlos, controlarlos y tener previsión de estos. Os recomiendo que os hagáis con él, empezaréis a tener el control de vuestras finanzas.
Ojo, recuerda que la vida no es solo ahorrar y no gastar, la clave está en el punto medio que te haga estar bien contigo mismo.
Ya conoces tus gastos pero…¿Cómo vives? ¿Tienes deudas de consumo? ¿Vives por encima de tus posibilidades?
Vivimos en una sociedad de consumo que nos llena de imágenes de cosas que «necesitamos tener». Cosas que hacen que nuestro dinero, que tanto nos cuesta ganar, se valla de nuestro bolsillo.
Ante esta situación te invito a que vivas por debajo de tus posibilidades o vivas según tus posibilidades reales. No caigas en la gratificación inmediata. Ten peor coche que tu vecino. Frase que me viene al pelo y un gran libro que te invito a leer, del cual sacarás grandes conclusiones y actitudes.
Todo el mundo desea dejar su trabajo (que no le aporta felicidad) para poder vivir, pero no están dispuestos a realizar sacrificios para ponerse en el camino correcto.
Todos queremos la libertad financiera pero no estamos dispuestos a sacrificar ciertas cosas. Recuerda, no caigas en las gratificaciones instantáneas.
Lo próximo es que el dinero empiece a trabajar para ti. Pero de eso hablaremos en próximas entradas.
Nunca olvides que el activo más preciado que tenemos es el tiempo, un activo que nunca vuelve.
– yo mismo –